La obsesión es un concepto que está infravalorado. Se atribuyen significados negativos a esta palabra que está más relacionada con un síntoma psicópata que con un comportamiento continuo que se repite en nuestra cabeza. Obsesión por la comida, obsesión por el sexo u obsesión por esa persona, son sólo unos ejemplos de lo negativa que esta palabra puede ser. Pero lo que no nos hemos parado a pensar es que también hay tipos de obsesiones buenas, controlables, que dan lugar a resultados muy curiosos.

Un ejemplo de obsesión positiva es la que padece Joe Spiotto, alias Joebot. A este artista le ha dado fuerte por coger el mundo culto de la cultura pop y transformarlo en cuentos infantiles. Tal vez pienses que eso no es una obsesión, que es simplemente el estilo artístico del ilustrador, pero sea una cosa u la otra, lo que no nos cabe duda es de que lleva un par de colecciones a sus espaldas, con ilustraciones de personajes de esa cultura de la que hablamos.

Esta vez ha escogido películas como La Naranja Mecánica, Robocop, Eduardo Manostijeras o grupos de música como Daft Punk. Y viendo sus ilustraciones, nos damos cuenta de que la gracia está en ver cómo algo que es más bien para adultos, se transforma en algo inocente, infantil y muy «happy», como si de las aventuras de Teo se trataran. 

La verdad es que este tipo de proyectos gráficos nos hacen pensar que posiblemente sea buena idea editar cuentos de este tipo para niños y fomentar la cultura que nos rodea entre los más jóvenes. ¿Estaría bien?

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