La ilustración es un campo de las artes muy flexible. A la hora de ilustrar podemos hacerlo con diversos materiales, combinarlos, utilizar técnicas diferentes, y todo ello, con una base de dibujo. Hemos podido ver ilustraciones hechas con acuarela, acrílico, carboncillo y en formato digital. Pero un caso que nos llama particularmente la atención son las ilustraciones de Carne Griffiths. ¿Por qué? Porqué están hechas con té, tinta, grafito, vodka, café y/o whisky. 

Este artista inglés empezó a interesarse por el arte cuando era un niño de cuatro años. Sus primeras inspiraciones estuvieron relacionadas con los paisajes de Nueva Zelanda. El talento de ese niño ha evolucionado hasta estas ilustraciones que evocan una naturaleza que se funde con la feminidad, la valentía o la dureza de la figura masculina. 

Se mezclan flores con plantas, paisajes y humanidad, lo que hace que de un sólo golpe de vista, se pueda percibir una síntesis del entorno más bello que nos envuelve. 

Incluso puede verse en algunas obras escenarios propios de actividades relacionadas con movimientos ciudadanos que luchan por el cuidado de la naturaleza. Actividad que practica este artista y que utiliza como inspiración.