En estos últimos meses Inventia ha podido identificar bastantes tendencias: desde acciones que benefician el día a día del usuario por las calles, hasta anuncios de gatos que te regalan unas risas. Y todo ello, sin olvidar las máquinas vending o expendedoras, que están pegando fuerte en esto del marketing de guerrilla. 

Un concepto relativamente nuevo en marketing de guerrilla es lo que hemos bautizado «marketing reivindicativo de marca«. Se trata de un tipo de marketing, cuyas acciones se desarrollan bajo un paraguas de reinvindicación pero cuyo objetivo no es llevar el mensaje a la reivindicación y concienciación social, sino que su fin es vender una marca determinada. Para explicarnos mejor, son aquellas campañas que aprovechan causas de denuncia social para vender su producto o servicio. 

Un ejemplo es el del resort hotelero ubicado en la montaña. Se trata del MK Mountain Resort Kopaonik. Esta empresa, era consciente de que iban muchos turistas a Belgrado en temporada alta. Para promocionar su marca y conducir a los mismos hasta sus instalaciones realizaron una acción de street marketing. Ésta consistía en instalar unos pulmones gigantes de algodón. Durante el transcurso de 10 días, los pulmones se pondrían grises, demostrándose de una manera visual, los elevados niveles de contaminación que presenta la ciudad.  Estos pulmones grises serían, por tanto, los encargados de comunicar este mensaje: «vete de la ciudad y disfruta de la naturaleza en nuestro resort». 

Según la marca, se cumplieron los objetivos, pero no sólo eso: generaron un debate entre la población que se quedó bastante sorprendida de la rapidez con la que los algodones se habían llenado de contaminación. Ello hizo que la marca estuviera presente en la temporada alta y que se generara viralidad entre turistas y ciudadanos. 

Aun así, debemos destacar una cosa. Cuando decimos que este concepto es relativamente nuevo, hacemos referencia a que existen otras campañas que también lo hacen. No olvidemos uno de los casos más típicos de la publicidad: los anuncios gráficos de Benetton, que utilizaba un mensaje de protesta social para vender la marca.