Si preguntáramos en una sala «¿Hay alguna persona que no tenga una sola preocupación en su vida?», y alguna persona levantara la mano, ésta última estaría mintiendo. Todos tenemos nuestras propias preocupaciones. Puede que éstas sean más o menos importantes, pero cuando es un pensamiento que ronda por nuestra cabeza, es imposible que éste se vaya, transformándose en una bola más y más gorda que trastorna nuestra forma de pensar. 

Pero no hay que ser dramáticos. Existen muchísimos problemas muy graves en el mundo, de los que tal vez, algunos de nosotros no seamos todavía conscientes. Uno de ellos es la enfermedad del cáncer. El tipo de preocupaciones que rondan la cabeza de estos pacientes son totalmente diferentes a lo que puede pasar por la cabeza de alguien que no tiene tales adversidades. La preocupación es constante. Pero, ¿cabe la posibilidad de eliminar esta preocupación, aunque sea sólo por un instante? 

La fundación Mimi es una asociación que lucha para mejorar la vida de los enfermos de cáncer y para darse a conocer, han hecho una acción INCREÍBLE. 

Leo Burnett Francia colaboró con la fundación para realizar un proyecto que tuviera el objetivo de eliminar la preocupación de 20 pacientes seleccionados. La idea era que 20 participantes descubrieran lo «absurdos» que parecían cuando los maquillaban y arreglaban de una manera poco convencional. Varios maquilladores y estilistas se reunieron junto con los 20 seleccionados, y éstos con los ojos cerrados debían dejarse maquillar y arreglar por los profesionales. De esta forma, la reacción al mirarse en el espejo sería tan chocante, que por un momento la preocupación se esfumaría por arte de magia, convirtiéndose en gestos de sorpresa y risas. 

Las reacciones de los pacientes fueron muy variadas, y todas ellas fueron recogidas por el fotógrafo Vincent Dixon. Con estas imágenes, se organizó un evento y se presentó un libro, donde se pueden ver las caras sonrientes de los pacientes, y donde por un momento, el cáncer no estaba presente. 

Nos parece una acción espectacular, porque se trata de todo un documental audiovisual donde se plasma una cara diferente del cáncer. Se muestra como algo pequeño, que pierde contra las reacciones tan positivas de los pacientes. Toda una pieza donde la emoción se transmite de una forma fulminante, y que crea esperanza en aquellos que la ven.