No nos cansamos de decirlo…¡La creatividad está en todas partes! Sí, es más fácil ver las ideas en el ámbito de la publicidad, el marketing, el diseño, las artes, etc. Pero hay otras esferas creativas que son más tiernas, y nos hacen decir un «¡ohhhh!» en toda regla. Hablamos del mundo de la paternidad, maternidad…o dicho de otra forma, el mundo de la infancia.

Cuando éramos pequeños, por lo menos a Inventia así le pasaba, nos daba mucho por dibujar, y sobre todo, por regalar dibujos a toda la familia, compañeros, la maestra del colegio, etc. Es una de las formas con las que un niño o una niña puede expresar su afecto y demostrar su talento al mismo tiempo. Hay veces, que por unas cosas u otras, regalábamos los dibujos inacabados, o en lápiz, porque nos gustaba más y punto. Pero…¿qué pasaría si nuestro trabajo lo terminara otra persona?

Esta misma pregunta ya tiene respuesta dentro del caso que presentamos hoy:  hemos descubierto por Internet un artículo que cuenta que un padre, que por motivos de trabajo viaja mucho en avión, se dedica a pintar los dibujos que sus hijos (de 4, 6 y 7 años) le regalan «para el viaje». Cuando vuelve a casa, los niños vuelven a recibir su dibujo transformados completamente, en pequeñas obras de arte. 

Cada dibujo tiene una historia: los gallos fueron dibujados por los niños para entregárselos como regalo de cumpleaños a la madre, para que ésta pudiera decorar la cocina, o la calabaza que vemos en el dibujo anterior es un dibujo de uno de los hijos del padre, que también quiso entrar en esta actividad de «colorear». 

Pero no sólo eso. Habían veces que al padre o a su familia se le olvidaban dejarles los colores. Por lo que el padre se las ingeniaba para pintar los dibujos con el Ipad. Uno de los resultados los encontramos a continuación:

Sin duda, se trata de una historia llena de ternura. Tal vez no sea del todo cierta, porque nos ha costado encontrar más datos sobre esto, aunque hemos estado investigando y todo apunta a una publicación hecha en Imgur por la propia familia. Sea cierto o no, tenemos una historia bonita con la que disfrutar  y una idea genial para contentar a nuestros sobrinos, hijos o primos pequeños.

Desde La Caja de Inventia os animamos a que pintéis con vuestros niños y hagáis cosas parecidas como éstas. Seguro que si hay algún artista en la casa, saldrán cosas tan alucinantes como éstas…¿Quién se apunta?

Este caso tan tierno ha sido visto aquí